El representante Hank Johnson y 43 representantes más han reintroducido la Ley de Derechos Humanos Berta Cáceres en Honduras – HR 1945 – en la actual sesión legislativa de la Cámara de Representantes en los Estados Unidos.
El proyecto de ley suspendería la ayuda militar y de seguridad que entrega Estados Unidos a Honduras hasta que se cumplan importantes condiciones de derechos humanos; entre éstas, se pide justicia por el asesinato de Berta Cáceres, por los asesinatos de más de 100 pequeños agricultores en el valle de Aguan, y de los manifestantes que las fuerzas de seguridad asesinaron mientras se oponían al fraude electoral el año pasado.
Como forma de apoyar la iniciativa, en abril pasado, SOAWatch solicitó a su base en los Estados Unidos que llamara a sus representantes en el Congreso estadounidense para que estos sean también copatrocinadores de la Ley Berta Cáceres.
“Explique -señaló la convocatoria- que está sumamente preocupado por la situación de los derechos humanos en Honduras, incluidos los asesinatos de decenas de personas perpetradas por las fuerzas de seguridad hondureñas durante las protestas a favor de la democracia el año pasado, el asesinato de la líder indígena Berta Cáceres y la represión en curso contra la sociedad civil hondureña perpetradas por las fuerzas de seguridad entrenadas y financiadas por los Estados Unidos. Pida al empleado que solicite a su Representante ser copatrocinador de la HR 1945, la Ley de Derechos Humanos en Honduras de Berta Cáceres”.
Recortes y amenazas a Centroamérica
Es posible que haya escuchado en las noticias que Trump quiere recortar los fondos estadounidenses a Centroamérica como forma de presionar a estos países a parar la migración. Quizás Usted se pregunte cómo se relaciona esto con la necesidad de la Ley de Derechos Humanos en Honduras Berta Cáceres.
Primero, SOAWatch se ha opuesto sistemáticamente a la Alianza para la Prosperidad, que fue el paquete masivo de “ayuda” para Centroamérica modelado después del desastroso Plan Colombia.
La “ayuda” de los Estados Unidos a América Central sirve a los intereses de los Estados Unidos quien tiene mayor influencia y control y promueve una noción falsa de “desarrollo” que a menudo es la imposición de políticas económicas neoliberales.
Sin embargo, exigir a los gobiernos de centroamérica que impidan físicamente que sus ciudadanos huyan, para salvar sus vidas, para recibir dinero de los Estados Unidos sólo incentiva más represión y violencia.
El Congreso de Estados Unidos debe poner fin al apoyo financiero y político de los gobiernos hondureño y guatemalteco.
No hasta que los gobiernos detengan a las personas que están huyendo para salvar sus vidas sino hasta que estos gobiernos terminen con la represión a los civiles y cesen, especialmente, los asesinatos generalizados de líderes comunitarios y de movimientos sociales que defienden sus derechos.
Además, lo que no ha aparecido en las noticias es que el presupuesto de Trump para el año fiscal 2020 para el Departamento de Defensa incluye enormes aumentos en los fondos para programas de “cooperación de seguridad” administrados por el Comando Sur de los Estados Unidos, que incluye a Centroamérica.
De hecho, la ‘cooperación de seguridad’ para el Comando Sur aumenta de 38 millones de dólares en 2019 a 208 millones en 2020.
El Comando Sur de los EEUU cubre América Central y del Sur, así como el Caribe. Este enorme aumento de fondos militares es un signo ominoso para toda la región.
Si EEUU realmente quiere detener la migración desde Centroamérica, debe dejar de impulsar las políticas neoliberales y extractivas, dejar de respaldar los golpes de Estado y los regímenes represivos, y dejar que la gente de Centroamérica decida su propio futuro.
Los propios EEUU tienen una enorme responsabilidad con las personas que huyen de América Central por sus vidas, tras décadas de políticas destructivas de los EEUU en la región.
Tampoco debemos olvidar que fue EEUU el que aseguró que Juan Orlando Hernández fuera instalado para un segundo mandato como presidente de Honduras, a pesar del fraude electoral tan evidente que incluso la OEA inicialmente pidió que se repitieran las elecciones y de las manifestaciones masivas en Honduras.
La Ley de Derechos Humanos Berta Cáceres sigue siendo tan urgente como siempre. Es un primer paso importante porque pondría fin a la financiación estadounidense de las fuerzas militares y de seguridad hondureñas precisamente debido a la represión generalizada. Resultaría en una suspensión de fondos por parte del Congreso, independientemente de los caprichos del presidente, hasta que el ejército y otras fuerzas de seguridad cesen la represión, hasta que haya justicia para las víctimas y otras condiciones importantes de derechos humanos.
Por SOA Watch
Ley Berta Cáceres para los Derechos Humanos en Honduras (En inglés)