En julio, un tribunal de apelaciones italiano condenó a 24 ex funcionarios de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay a cadena perpetua por su papel en la Operación Cóndor, una operación brutal y extremadamente mortal, respaldada por los Estados Unidos, en los años setenta y ochenta, que atacó a izquierdistas, activistas, líderes del movimiento social y otros que protestaron.
La Operación Cóndor secuestró, torturó, desapareció y asesinó a decenas de miles de personas en América del Sur. Como se informó en un artículo reciente, publicado en Common Dreams, 5 de los 24 ex funcionarios de las dictaduras sudamericanas, sentenciados por el tribunal italiano, fueron entrenados en la Escuela de las Américas (SOA) del Ejército de EEUU.
Los ciudadanos italianos se encontraban entre los secuestrados, desaparecidos por la fuerza y asesinados por la Operación Cóndor, lo que llevó a las familias de las víctimas a iniciar este caso hace dos décadas. Un fallo de la corte inferior de 2017 condenó a 8 de los acusados, pero los otros fueron absueltos debido al estatuto de limitaciones.
La decisión del tribunal de apelaciones revocó las absoluciones. Sin embargo, se desconoce si las sentencias se implementarán ya que sólo uno de los acusados estuvo presente; la mayoría fueron juzgados en ausencia.
Los documentos desclasificados, publicados por el Archivo de Seguridad Nacional, ilustran por qué es de vital importancia responsabilizar a los Estados Unidos por su apoyo a la Operación Cóndor.
Un cable de seis páginas, de la Embajada de los Estados Unidos en Argentina al Departamento de Estado, en 1980, informó que el ejército argentino no dejaría de usar la «desaparición» como táctica preferida e intentó explicar por qué.
Un informe de inteligencia de la CIA describe cómo dinamitaron a 30 personas, quienes fueron ejecutadas en Argentina en 1976, esparciendo sus restos ampliamente, con el fin de intimidar a otros así llamados militantes a estar en silencio sólo meses después del golpe militar.
Otro informe de la CIA describe cómo la Operación Cóndor apuntó a funcionarios de Amnistía Internacional y otros grupos de derechos humanos, incluyendo la planificación de misiones en el extranjero en Europa para ‘liquidarlos’.
No habrá verdadera justicia hasta que el gobierno de los Estados Unidos también rinda cuentas por su papel en el financiamiento, entrenamiento y apoyo a las atrocidades de la Operación Cóndor en todo el Cono Sur.
Los graduados de la Escuela de las Américas (SOA), condenados por la corte italiana, son Luis Arce Gómez de Bolivia, quien ya está cumpliendo una sentencia de 30 años por genocidio, Hernán Ramírez Ramírez de Chile; Luis Alfredo Maurente, Ernesto Avelino Ramas Pereira y Pedro Antonio Mato Narbondo de Uruguay.
Estos no son los únicos graduados de SOA que han estado en las noticias recientemente. También en Italia, el graduado de SOA Walter Klug de Chile fue detenido. Klug se estaba escondiendo de la justicia, y está acusado de asesinar a 7 personas y desaparecer por la fuerza a otras 16 en la década de 1970.
El graduado de SOA, Juan Miguel Fuente-Alba, también de Chile, fue acusado recientemente de malversación de fondos públicos por más de 5 millones de dólares, y el otro graduado de SOA, Antonio Cordero Kehr, fue acusado de emitir facturas falsas.
Agradecemos a todos aquellos que continúan trabajando día tras día, año tras año, para promover la verdad y la justicia por las atrocidades cometidas durante la Operación Cóndor.
Únase a nosotros para recordar a aquellos que fueron asesinados y desaparecidos a manos de los graduados de SOA este 15 y 17 de noviembre en Ft. Benning, Georgia.
En Solidaridad,
SOA Watch