Comunicado de Prensa: Mientras los manifestantes son reprimidos violentamente en toda América Latina, activistas de derechos humanos regresan a Fort Benning donde se siguen entrenando agentes en la Escuela de las Américas
Columbus, Georgia – El nuevo comandante de WHINSEC, el coronel John Suggs, dijo recientemente que cambio la Escuela de las Américas (SOA) cuando se convirtió en WHINSEC (Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad) en 2001; sin embargo, la respuesta del movimiento de SOA Watch fue: “Un nuevo nombre, la misma vergüenza”.
Este año, cientos de personas se reunirán en las puertas de SOA/WHINSEC, en Fort Benning, Columbus, Estados Unidos, del 15 al 17 de noviembre, mientras en América Latina se ha observado un aumento de la represión violenta en Ecuador, Honduras, Chile, Colombia, Haití, por parte de las fuerzas estatales, entrenadas y financiadas por Estados Unidos, contra manifestantes pacíficos. También se realizarán actividades en Chile, Costa Rica y Colombia.
En Chile, la represión estatal contra las protestas sociales ha resultado en, al menos, 20 muertes, 2.009 personas hospitalizadas y 5.629 personas han sido detenidas por la fuerza. Chile es el segundo país que envía el más alto número de tropas, de cualquier país, para ser entrenado en WHINSEC. El 2018 Chile envió 208 uniformados a entrenamiento a WHINSEC.
En Colombia, el Coronel Santiago Herrera, ex instructor del WHINSEC, está actualmente en la cárcel por supervisar numerosas ejecuciones extrajudiciales en el país. En Bolivia, Estados Unidos está implicado en un golpe que llevó a la dimisión del Presidente Evo Morales el 10 de noviembre de 2019. La dimisión de Morales llegó después de que el Comandante en Jefe del Ejército de Bolivia, el General Williams Kaliman Romero – con curso de Comando y Estado Mayor el 2003 en WHINSEC, EEUU – apareció en televisión, con otros oficiales militares de alto rango, y sugirió que Morales dimitiera.
Ahora, agentes del Departamento de Seguridad Nacional, como la Patrulla Fronteriza y el ICE, están siendo entrenados en Fort Benning; el lugar famoso por entrenar a agentes de seguridad en tácticas de guerra dirigidas a civiles, incluyendo tortura y desaparición forzada.
El 9 de septiembre de este año, el ICE reveló que sus agentes comenzarán a entrenarse allí y que contrataron a la compañía de sistemas de entrenamiento de Nuevo México, Operaciones Estratégicas, por casi un millón de dólares para construir modelos extremadamente realistas de ciudades estadounidenses destinadas a simular redadas del ICE en lugares como Chicago y Arizona.
El entrenamiento de la Patrulla Fronteriza en Fort Benning junto con su mayor potencia de fuego, ya que, el 24 de octubre de este año, un contrato entre Border Patrol y Winchester Ammunition Inc. confirmó que la Patrulla Fronteriza compró 33 millones de cartuchos y podría comprar más de 330 millones de cartuchos adicionales en los próximos cinco años, está preparando el terreno para que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), sus agentes, puedan hacer la guerra contra los migrantes indocumentados y los refugiados en los pasos fronterizos y dentro de los Estados Unidos.
En los últimos 15 años, más de 100 personas han sido asesinadas por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos como resultado directo del uso excesivo de la fuerza, incluyendo los asesinatos transfronterizos de Sergio Adrián Hernández Güereca en 2010 y de José Antonio Elena Rodríguez en 2012. Ni un solo agente de la Patrulla Fronteriza ha sido considerado legalmente responsable de sus crímenes, y un reciente informe del gobierno interno, obtenido por Quartz, encontró que la conducta delictiva de los agentes fronterizos está en su máximo de cinco años.
La madre y la abuela de José Antonio estarán presentes en la reunión de Fort Benning de este año para hablar de su búsqueda de justicia tras los argumentos orales del 12 de noviembre de 2019 ante la Corte Suprema de Estados Unidos en el caso Hernández/Mesa, que sentará un precedente en cuanto a si los ciudadanos no estadounidenses asesinados por las fuerzas de seguridad estadounidenses fuera de los Estados Unidos tienen derecho a cualquier forma de reparación legal.
SOA Watch, es una organización de Derechos Humanos con 30 años de experiencia, sigue exigiendo rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos perpetradas por fuerzas estatales latinoamericanas entrenadas y financiadas por Estados Unidos.
Es por tal motivo que conmemoramos el 30 aniversario de la masacre de la Universidad Centroamericana (UCA) en El Salvador, ocurrida el 16 de noviembre de 1989, cuando ocho personas, 6 sacerdotes y 2 mujeres, fueron brutalmente asesinadas por el Batallón Atlacatl del Ejército Salvadoreño, que incluía a 19 graduados de la SOA.
A pesar de que un grupo de trabajo del Congreso de los Estados Unidos informó que los responsables de la masacre fueron entrenados en la SOA, las familias y el pueblo de El Salvador nunca recibieron una disculpa. Más de 75.000 civiles fueron asesinados durante el apoyo de EEUU a la guerra en El Salvador.