Pablo Ruiz, SOAWatch
En América Latina y el Caribe, el ejército, la DEA, la CIA, y otras agencias de Estados Unidos, tienen innumerables bases de operaciones, instalaciones, oficinas, como acuerdos militares que les permiten operar en cualquier momento en nuestros territorios.
Si antes decían que su objetivo era combatir el comunismo, la subversión, la revolución, que desafiaba el modelo capitalista, hoy, “las nuevas amenazas” son el terrorismo, el narcotráfico, la ciber seguridad, los desastres naturales, las organizaciones criminales, y, últimamente, están preocupados hasta de la “pesca ilegal”. Bajo estas nuevas amenazas o pretextos, siguen militarizando, controlando y vigilando nuestro continente.
Chile: ¿Operaciones de paz?
En Chile, el Comando Sur del Ejército de EEUU financió la construcción, el 2012, en el Fuerte Aguayo, Concón, de un “Centro de Entrenamiento para Operaciones de Paz”, que muy bien calificó Alicia Lira como un centro para entrenamiento en “contrainsurgencia”. No olvidemos el papel que desempeñaron los “cascos azules”, la MINUSTAH, en Haití, donde hay acusaciones de represión, asesinatos y abusos sexuales contra la población.
“No es azaroso que aparezca esta base militar en Concón porque cuando una ciudad o un pueblo se levanta, como el caso de Aysén, y como lo han hecho los estudiantes, se plantea un esquema de contrainsurgencia. Esto sigue la lógica de la dictadura del llamado ‘enemigo interno’ y eso es lo que se está aplicando”, señaló Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP).
A pesar que el Ministro de Defensa, José Antonio Gómez, señalará a SOA Watch, el 2015, que este “Centro de Entrenamiento para Operaciones de Paz” se había cerrado lo cierto es que se han seguido usando sus instalaciones, que simulan una ciudad, para entrenamiento militar y que hubo y posiblemente siga existiendo presencia de marines de los EEUU en Chile.
A todo lo anterior, en abril del 2018 se realizaron “ejercicios”, en el Fuerte Aguayo, de tropas de EEUU y Chile. Se conoce también que los militares de EEUU compran gasolina en territorio chileno lo cual hace suponer, lógicamente, que Chile es una base militar de tránsito para el ejército de EEUU.
Perú: El peligro de Namru-6
En Perú hay diversas bases militares de los Estados Unidos y una muy particular que es NAMRU-6, que tiene nada menos que tres instalaciones, en Lima, Iquitos y Puerto Mandonado. La “US Naval Medical Research Unit”, la Unidad de Investigación Médica Naval o NAMRU-6, tiene como objetivo investigar enfermedades infecciosas aunque sus instalaciones también podrían usarse para una eventual “guerra biológica”.
La investigadora Olga Pinheiro escribió, para la Revista El Derecho a Vivir en Paz, un artículo titulado “ABC de la Geopolítica: La Guerra Biológica” que señala que “Una de sus instalaciones – de NAMRU-6 – está ubicada, nada menos que en la Amazonía Peruana, en las cercanías del Río Amazonas, en la ciudad de Iquitos, lo que debiera ponernos en alerta delante del grave riesgo de contaminación, difusión y proliferación de agentes infecciosos”, agregando que “queda la preocupación ante la manipulación de patógenos por instituciones militares foráneas que estuvieron involucradas directamente en la elaboración de armas biológicas en diferentes períodos de la historia”.
No podemos olvidar que Cuba ha sufrido varios ataques con Armas Biológicas; entre ellos, la introducción, intencionalmente, del virus de la fiebre porcina (1971) y del dengue hemorrágico (1981). Este último ataque, ocasionó miles y miles de enfermos; 158 personas murieron, entre ellos 101 niños.
Honduras: La Base Soto Cano
Se conoce también que NAMRU-6 abrió en los años recientes una sucursal dentro de la Base Aérea Soto Cano, en Honduras, donde opera la Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo (FTC-Bravo) del Ejército de EEUU. Esta es, junto a la base militar de EEUU en Guantánamo, una de las bases militares “clásicas” donde hay tropas estadounidenses, equipamiento, radares, pistas de aterrizaje, y, obviamente, armamento.
“La FTC-Bravo lleva a cabo una variedad de misiones en Centro y Suramérica que van desde apoyar las operaciones del Gobierno de los Estados Unidos para contrarrestar el crimen organizado transnacional, a la asistencia humanitaria, apoyo en desastres naturales y el desarrollo de las capacidades de apoyo”, señala el Comando Sur.
Debemos recordar que por esta base militar y aeropuerto pasó el ex presidente Manuel Zelaya, cuando sufrió un golpe de Estado el 2009, para ser expulsado a Costa Rica. Las tropas de EEUU no hicieron nada entonces para detener este golpe. Ni hacen nada hoy donde – no sólo se acusa al gobierno de estar involucrado en graves violaciones a los derechos humanos- se sindica al gobierno de Juan Orlando Hernández de estar involucrado con grupos de narcotraficantes.
Agregar, que se supo, años después, el 2016, que la ex secretaria de Estado Hillary Clinton dio su apoyo al golpe de Estado en Honduras que derrocó a Manuel Zelaya, presidente elegido democráticamente.
La Escuela de las Américas sigue operando
El ex presidente panameño Jorge Illueca calificó a la Escuela de las Américas, que operó en Panamá entre los años 1946 y 1984, como “la base más grande para la desestabilización en América Latina”.
Como sabemos, la Escuela de las Américas tuvo que abandonar este país a consecuencia de los Tratados Torrijos-Carter y fue instalada, a partir de 1984, en el Fuerte Benning, en la ciudad de Columbus, en Georgia, Estados Unidos.
Desde enero del 2001, se le cambió de nombre, para engañar a la opinión pública, y desde entonces se le denomina “Instituto de Cooperación y Seguridad del Hemisferio Occidental” (WHINSEC, por sus siglas en inglés).
Es importante que todas y todos sepan que EEUU sigue dando entrenamiento a militares, policías, guardias fronterizos y civiles de toda América Latina y el Caribe, en la base militar de WHINSEC en el Fuerte Benning. Además, instructores de WHINSEC viajan por todo nuestro continente a dar entrenamiento militar.
Es importante también decir que en Estados Unidos existen más de un centenar de otras bases militares donde también tropas de América Latina y el Caribe reciben entrenamiento. Todo esto, sin considerar los cursos o asistencia que puedan estar dando la policía, el FBI, la CIA, la DEA, USAID, como otras agencias de EEUU, a tropas militares, policiales o civiles de todo nuestro continente.
El entrenamiento, como la asistencia, es vital para lograr influir ideológicamente, políticamente, en las mentes; principalmente, en los altos mandos de las Fuerzas Armadas y policiales que tienen el monopolio de la fuerza en nuestras naciones. No fue extraño, entonces, que en el intento de golpe de Estado en Venezuela (2002), en el golpe de Estado en Honduras (2009) y de Bolivia (2019) estuvieran involucrados graduados de la Escuela de las Américas en estos hechos.
La ILEA en El Salvador
Siempre recordaremos las atrocidades de las que fue cómplice el gobierno de los Estados Unidos contra el pueblo de El Salvador. Entre ellos, recordaremos que dio entrenamiento militar, en la Escuela de las Américas, al Batallón Atlacatl, involucrado en los crímenes de El Mozote y el asesinato de los seis sacerdotes jesuitas y dos mujeres. También recordaremos el nombre de Roberto d’Aubuisson, graduado en la Escuela de las Américas, involucrado en el crimen de Monseñor Oscar Romero.
Actualmente, en El Salvador opera – lo que algunos han calificado como una nueva Escuela de las Américas- la Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley o International Law Enforcement Academies (ILEA, por sus siglas en inglés) donde son entrenados policías, fiscales y jueces bajo el pensamiento ideológico y los intereses que defiende los EEUU y la lucha contra las “nuevas amenazas”.
Lo cierto es que, en las últimas décadas, ha surgido, como arma de combate, la guerra jurídica, el “Lawfare”, la criminalización y judicialización de dirigentes y líderes sociales. Si no son asesinados o desaparecidos, son estigmatizados, desprestigiados, llevados a juicios. Muchos líderes y lideresas, incluso, corren el peligro de ser encarcelados y vivir la prisión política.
Espectro Completo
A todo lo que ya sabemos sobre la presencia de EEUU en América Latina y el Caribe, con una fuerte presencia en Colombia, Panamá, y otras naciones, el reciente acuerdo para el uso del Centro de Lanzamiento Aeroespacial de Alcântara en Brasil; el uso de la Islas Galápagos, en Ecuador, por parte del ejército de EEUU; son antecedentes nuevos sobre la continuas formas de militarización que el imperialismo estadounidense sigue desarrollando en nuestro continente para mantener su hegemonía.
Al terminar este texto es importante recordar que Rina Bertaccini – quien fuera presidenta del Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos de Argentina (MOPASSOL) y vicepresidenta del Consejo Mundial por la paz – denunció el 2011, en el “V Encontro Nacional da Associação Brasileira de Estudos de Defesa” (ENABED), el contenido del documento “Joint Vision 2020” (Visión conjunta 2020) del Ejército de EEUU donde se señala que hoy la dominación es concebida de “espectro completo”.
“Con toda crudeza nos están advirtiendo qué podemos esperar de las guerras imperialistas del siglo XXI: una acción global desplegada en todos los dominios: el específicamente militar con su poder letal, pero también en el plano político, económico, ideológico y cultural, sin limitación o condicionamiento jurídico o moral de ninguna clase”, señaló entonces Bertaccini.
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